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domingo, 14 de mayo de 2023

¿Cómo nos controlan? El augurio de Pedro Baños sobre el control y censura: “No somos libres”

viernes, 24 de febrero de 2023

El Dominio Mental. La Geopolítica de la Mente

jueves, 9 de febrero de 2023

«Negacionismo»: la palabra de moda para sofocar cualquier disidencia


Por Thomas Buckley.- El negador de Covid, el negador del clima, el negador de las elecciones, el negador de la ciencia, todos están listos para terminar inmediatamente el debate, tachar cualquier diferencia de opinión como literalmente loca y representar a cualquiera que alguna vez esté en desacuerdo contigo como estúpido y malvado.

Este epíteto ahora incluso se usa preventivamente para asegurarse de que, sin importar lo que cualquiera que ahora o alguna vez cuestione el movimiento para prohibir las estufas de gas no lo haga basándose en hechos o lógica, sino en su «negación de la estufa de gas«.

Al igual que tanta terminología despierta, el significado inicial del término está muy alejado de su uso actual, aunque tiene la clara ventaja de ser generalmente familiar, lo que le permite ser «caballo de Troya» (es cierto, algunos surgen sui generis) en el discurso público.

El uso común del término «en negación» (además de la broma sobre el río en Egipto) parecía pasar a primer plano principalmente en lo que respecta a la incapacidad de enfrentar una verdad obvia, casi siempre, personal.

En la negación de su consumo de alcohol, en la negación del hecho de que sus hijos son en realidad monstruos, en la negación de su sexualidad (nada que ver con el género de hoy) y así sucesivamente.

Pero, como en casi todos los casos en los que los despertados han robado un término de los movimientos de autoayuda / terapia, el término ha sido completamente bastardizado. Por ejemplo, el gatillo y el espacio seguro ahora se usan de la manera opuesta a su intención inicial.

Todos estos términos comenzaron como formas de enfocarse en las responsabilidades y acciones personales y no de ninguna manera, forma o forma con el equipaje social y / o las implicaciones.

Y luego, en la década de 1980, hubo un cambio, aunque bastante comprensible. Hay quienes, triste y estúpidamente, niegan que el Holocausto sucedió, que Hitler no mató a millones de judíos y gitanos y homosexuales y discapacitados y opositores políticos y, bueno, es una lista muy larga y terrible.

De ahí el término «negador del Holocausto», una descripción precisa y correcta de alguien que, a pesar de la abrumadora evidencia física del evento, niega su ocurrencia, casi siempre debido a su ideología política personal.

Es crucial enfatizar que negar que el Holocausto ocurrió es extremadamente diferente de la actual cosecha de «negaciones» aplastantes de la disidencia. El primero implica un hecho probado muy específico; Estos últimos (clima, elecciones, etc.) implican diferencias de opiniones y debates razonables y apropiados sobre si algo sucedió o va a suceder.

Pero el hedor apropiadamente fétido asociado al «negador del Holocausto» intencional y destructivamente se hace venir junto con todas las «negaciones» actuales. En otras palabras, si eres un negacionista de las elecciones o del cambio climático, eres tan terrible como un negador del Holocausto, aunque nada podría estar más lejos de la verdad.

Si se usa en su significado inicial, un negador del clima sería uno que afirma que el clima no existe, un negador de las elecciones sería una persona que dijo que las elecciones de 2020 nunca sucedieron.

Y no, eso no es lo que se afirma.

El debate sobre el cambio climático debe tomarse en serio y llevarse a cabo de manera imparcial; La discusión sobre los evidentes problemas de seguridad electoral que aparecieron en 2020 debe considerarse de manera similar. El epíteto negacionista de la ciencia asociado a cualquiera que se preguntara sobre el riesgo y la eficacia de las vacunas COVID es especialmente atroz porque la «ciencia» no puede, por definición, ser creída o negada, mientras que técnicamente un sustantivo es de hecho un verbo, es un proceso y uno no puede «seguir la ciencia», al igual que uno no puede seguir un automóvil que está conduciendo.

El negacionismo/negacionismo climático implica una estupidez similar a la del avestruz: ¿cómo puede una persona estar en desacuerdo con el hecho de que todos vamos a ahogarnos o quemarnos o congelarnos o deshidratarnos o morir de hambre o inundarnos o destrozar o enfermarnos o luchar contra nosotros mismos hasta la muerte en las próximas décadas a menos que hagamos algo AHORA? No importa que hacer la mayoría de las cosas propuestas AHORA sean innecesarias, contradictorias, contraindicadas y puedan acabar con la civilización moderna tal como la conocemos y que, considerando las acciones completamente científicamente de mala calidad, si no directamente fraudulentas, que muchos en la brigada climática han tomado, ni siquiera deberían incluirse en ninguna discusión racional del tema.

Lo mismo es cierto con el negador de las elecciones. Las elecciones de 2020 fueron posiblemente las elecciones más inusuales en la historia de la nación. Las barreras establecidas hace años para tratar de garantizar una votación segura y precisa fueron borradas, un gran número de boletas se enviaron por correo prácticamente de cualquier manera, la práctica desmesurada de la recolección de votos se normalizó en muchos estados, los recuentos se detuvieron y comenzaron y se prolongaron durante días y así sucesivamente. Solo estos hechos indiscutibles por sí solos son suficientes para que los ciudadanos inteligentes y razonablemente involucrados se pregunten legítimamente si la elección fue realmente justa y honesta.

Y debe tenerse en cuenta que en los tres casos (clima, elección y ciencia) sobre los que se lanza el término «negador» también son las mismas personas que ignoran, denigran y bloquean por completo cualquier intento de averiguar qué sucedió exactamente. Recuerde: Si puede evadir cualquier investigación imparcial, puede declarar con confianza que ninguna investigación ha encontrado fallas en sus afirmaciones de la verdad final, definitiva y cierta de su posición.

Hay personas que se benefician del «negacionismo» publicitario. Desde el jet privado de la semana pasada, la carne, el alcohol, las prostitutas y el evento multimillonario de Davos hasta los medios tradicionales desesperados por mantener a sus suscriptores aterrorizados y, por lo tanto, es más probable que continúen suscribiéndose a los pasillos y salas de juntas decorados con buen gusto de instituciones financieras masivas y fundaciones, agencias y organizaciones internacionales, académicos desesperados por obtener fondos de subvenciones y hacerse un nombre ante los gigantes tecnológicos que desean que todos vivan según sus algoritmos porque Eso haría que la venta de anuncios fuera mucho más fácil para las personas que anhelan la comodidad psicológica de la aceptación social y la sensación de tener razón todo el tiempo: estas son las personas que se benefician cada vez que alguien fuera de su círculo se llama negador.

Al final, para que prevalezca la verdad, al «negacionismo» se le debe negar su poder para sofocar la disidencia, ofuscar los hechos y segregar intelectualmente a aquellos con otras opiniones, aquellos con preguntas legítimas, aquellos que no están en negación de la realidad.

https://www.alertadigital.com/2023/02/08/negacionismo-la-palabra-de-moda-para-sofocar-cualquier-disidencia/


domingo, 7 de agosto de 2022

Democracia liberal y Comunismo cada vez son menos diferentes


Francisco Arnáiz de las Heras.- Parece palmario que lo que nos venden como democracia liberal es una unidad política, ideológica, intelectual y sociolingüística. 

Vivir en este sistema significa tener que obedecer las minuciosas consignas de lo políticamente correcto hasta el punto de que nuestras palabras, pensamientos y actos se pretenden indistinguibles de los millones de nuestros conciudadanos. 

Nosotros creemos que el sistema aún tiene una enorme diversidad, pero esto se ha ido alejando tanto de la realidad, que ahora parecemos estar más cerca de la visión opuesta. 

El sistema liberal en el que vivimos es un potente mecanismo uniformador que borra, o pretende borrar, las diferencias entre las personas, imponiendo (bajo pretexto de la igualdad de todos los ciudadanos) homogeneidad de visiones, comportamiento y lenguaje. Por cierto; las recientes acciones promovidas por el inútil ministerio de “igual da” van a suponer un gran avance en la igualdad entre hombres y mujeres. 

Por mor de la cacareada igualdad, ello va a suponer que los hombres podamos tener “menstruaciones, y a ser posible muy dolorosas”. ¡Qué güay! Dicen los arcanos que la señora Montero está preparando un gabinete de quejas. Yo el primero.

Las democracias actuales se comportan como entidades unificadoras que dictaminan cómo pensar, qué hacer, cómo valorar los sucesos, a qué aspirar y qué lenguaje se puede usar. Esta democracia tiene su propia ortodoxia y su modelo de ciudadano ideal. Cualquier oposición a este proceso es estúpida y dañina para la sociedad, pues dicho avance hacia la sociedad progresista es inevitable. 

Quien se opone a todo esto no es sólo malvado y estúpido, es fascista, nazi, retrógrado, negacionista, machista, xenófobo, a favor del hetero-patriarcado, seguidor de los arcanos, insolidario, y sigan poniendo ustedes todos los adjetivos del neo-lenguaje.

 ¡Qué malvado soy! Cualquier sustantivo que se inventan no es nada si no va acompañado del adjetivo: “democrático”.

La nueva ideología permea la vida pública y privada, emana de los medios de comunicación, los anuncios, las películas, el teatro; se expresa a través de lo que nos presentan como el “sentir común” o la “opinión pública” y de unos descarados estereotipos, y mediante los currículos educativos, desde el parvulario a las universidades. 

En las feminazis y cristofóbicas democracias liberales, como la española y las de nuestro entorno, ser varón heterosexual, blanco y ceder el paso a una mujer supone enfrentarse a una presunción de culpabilidad y a penas agravadas, junto con la pena de telediario. 

Esta última pena no se aplica cuando los mismos delitos son cometidos por personas de otra raza o color, además de los atenuantes consiguientes en el caso de inmigrantes, sobre todo ilegales. El intento de conocer la verdad, porque se dude de la “verdad oficial” será consecuencia de la muerte civil. A que parece que estoy hablando de la URSS de los “gulags”. Pues no; pero también.

La atmósfera que el sistema está produciendo es particularmente eficaz para crear un cierto tipo de mentalidad: la del moralista y el informador (señor policía, “ese se salta el confinamiento o no cumple las leyes liberales”), todo en uno. 

El primero de ellos, puede creer que realiza algo particularmente valioso para la comunidad; para el segundo, la situación le ayuda a desarrollar un sentido de poder de otro modo inalcanzable, a la vez que no puede resistir la tentación de abandonarse a un bajo deseo de hacer daño a los otros con impunidad. 

Se complacen en crear y manejar eslóganes y así se convierten en adalides y apóstoles de la paz, la libertad, la inmigración, la ecología, la tolerancia, el progreso, la islamofilia, el pluralismo y la solidaridad. Se exalta y sacraliza la sexualidad elevándola a la categoría de nueva religión, se invierten los fines del matrimonio e incluso inventan una nueva definición de éste muy distinto del genuino sentido antropológico.

Para que todo ello ocurra, el liberalismo necesita que el pensamiento del individuo se diluya en la opinión pública, en lo que piensa la mayoría; esta opinión será creada y organizada por la educación, y, posteriormente, por los medios de educación. Por su propia inercia, el liberalismo ¿intelectual? cae en el totalitarismo del pensamiento único. Es la muerte de la libertad.

Por último, en este entorno viene el “progre”, el progre católico (por supuesto), que ve un peronista de los de ahora y le falta tiempo para declararse católico progresista y acudir a los podemitas para que le asignen un carnet de progre de izquierdas. 

Estos católicos progresistas, y sus similares, se sienten más cercanos a los progresistas no católicos que a los católicos no progresistas; es decir, para aquéllos es fundamental ser progresista, y accesorio ser católico y creyente.

https://www.alertadigital.com/2022/08/07/democracia-liberal-y-comunismo-cada-vez-son-menos-diferentes/

viernes, 29 de julio de 2022

Microsoft obtuvo en 2020 una patente para “minar la actividad del cuerpo humano” y convertirnos en Esclavos Digitales


Al comienzo de la pandemia de coronavirus durante el primer confinamiento, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) concedió a Microsoft una patente.

La patente WO 060606 declara que “la actividad del cuerpo humano puede usarse en un proceso de minería de un sistema de criptomonedas”.

Los datos recopilados pueden ser actividad cerebral, flujo de fluidos corporales, actividad de órganos, flujo sanguíneo, movimientos corporales y más.

¿Es esta una tecnología que se implementará durante lo que Klaus Schwab llama la cuarta revolución industrial?

¿Qué pasará con aquellos que se nieguen a cumplir con los ‘avances’ digitales?

¿Aquellos que cumplan se convertirán en esclavos digitales, poniendo constantemente más poder y control en manos de la élite adinerada?

El 26 de marzo de 2020, al comienzo de la pandemia de coronavirus y en medio del confinamiento, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) concedió a Microsoft una patente. La patente WO 060606 declara que ‘La actividad del cuerpo humano asociada con una tarea proporcionada a un usuario puede usarse en un proceso de minería de un sistema de criptomonedas’.

La patente continúa diciendo: “Un servidor puede proporcionar una tarea a un dispositivo de un usuario que está acoplado comunicativamente al servidor. Un sensor acoplado comunicativamente o incluido en el dispositivo del usuario puede detectar la actividad corporal del usuario. Los datos de actividad corporal pueden generarse en base a la actividad corporal detectada del usuario. El sistema de criptomonedas acoplado comunicativamente al dispositivo del usuario puede verificar si los datos de actividad corporal cumplen una o más condiciones establecidas por el sistema de criptomonedas y otorgar criptomonedas al usuario cuyos datos de actividad corporal son verificados”.

La «actividad corporal» a la que se refiere Microsoft con respecto a esta patente incluye la radiación emitida por el cuerpo humano, la actividad cerebral, el flujo de fluidos corporales, la actividad de los órganos, el flujo sanguíneo, los movimientos corporales como el movimiento facial, el movimiento muscular y el movimiento ocular. También incluye otras actividades que pueden ser detectadas y representadas por imágenes, ondas, señales, textos, grados, números o cualquier otra información/dato.

La Dra. Vandana Shiva explica:

“La patente es un reclamo de propiedad intelectual sobre nuestros cuerpos y mentes. En el colonialismo, los colonizadores se asignan el derecho de tomar la tierra y los recursos de los pueblos indígenas, extinguir sus culturas y soberanía y, en casos extremos, exterminarlos. La patente WO 060606 es una declaración de Microsoft de que nuestros cuerpos y mentes son sus nuevas colonias. Somos minas de ‘materia prima’: los datos extraídos de nuestros cuerpos. 

Más que seres soberanos, espirituales, conscientes e inteligentes que toman decisiones y elecciones con sabiduría y valores éticos sobre los impactos de nuestras acciones en el mundo natural y social del que formamos parte y con el que estamos inextricablemente relacionados, somos ‘usuarios’. .’ Un ‘usuario’ es un consumidor sin elección en el imperio digital”.

¿Nuestro futuro?

Entonces, ¿qué nos depara el futuro? ¿A donde nos dirigimos? Muchas iniciativas hoy en día se están haciendo bajo la apariencia de buena voluntad y necesidad, y no es fácil para algunos pensar que estas iniciativas están más arraigadas en la codicia y el deseo de poder y control.

¿Es esta una tecnología que se implementará durante lo que Klaus Schwab llama la cuarta revolución industrial? ¿Un futuro donde la tecnología se fusione con el cuerpo humano?

En la época actual, las personas están tan polarizadas en su visión del mundo que carecen de la capacidad de hablar entre sí y llevarse bien independientemente de sus creencias.

Además, ¿qué pasará con aquellos que no quieran participar en el mundo digital? ¿Qué pasará cuando los bancos centrales inicien una moneda digital? La digitalización brinda a entidades poderosas, como corporaciones y gobiernos, aún más capacidad para controlar todos los aspectos de nuestras vidas más de lo que lo hacen hoy.

 Aquellos que no deseen participar no tendrán, como dice Vandana Shiva, “ningún lugar en el nuevo Imperio. Aquellos que estén incluidos en el nuevo Imperio serán poco más que esclavos digitales”. ¿Qué pasa si nuestras cuentas bancarias, información de seguridad social, pasaportes y más se vuelven digitales y solo están disponibles en forma de ‘chip’? ¿Qué pasará con aquellos que no quieren que les coloquen un chip en el cuerpo?

Este parece ser otro paso más para desalentar e incluso castigar a aquellos que no están de acuerdo con una ‘narrativa oficial’ cuando se trata de los principales problemas globales.

Tome el Freedom Convoy, por ejemplo, a aquellos que donaron a la causa se les congelaron las cuentas bancarias. Durante la pandemia, médicos, científicos, periodistas y organizaciones de medios independientes fueron fuertemente censurados. En el mundo digital, será aún más difícil para las voces “disidentes” compartir información y opinión. De hecho, el ‘Ministerio de la Verdad’ se está fortaleciendo, e iniciativas como la extracción de datos del cuerpo humano son simplemente un paso más hacia el control totalitario. El problema es que muchos ni siquiera pueden sentarse por un momento a considerar si esta agenda está, de hecho, posiblemente en movimiento.

“La pandemia del coronavirus y el confinamiento han revelado aún más claramente cómo estamos siendo reducidos a objetos a ser controlados, con nuestros cuerpos y mentes como las nuevas colonias a ser invadidas. Los imperios crean colonias, las colonias encierran los bienes comunes de las comunidades vivas indígenas y los convierten en fuentes de materia prima para extraer ganancias. 

Esta lógica extractiva lineal es incapaz de ver las relaciones íntimas que sustentan la vida en el mundo natural. Es ciego a la diversidad, los ciclos de renovación, los valores de dar y compartir, y el poder y el potencial de la autoorganización y la reciprocidad. Es ciego a los desechos que genera ya la violencia que desata. El confinamiento prolongado por el coronavirus ha sido un experimento de laboratorio para un futuro sin humanidad”.

https://www.alertadigital.com/2022/07/28/microsoft-obtuvo-en-2020-una-patente-para-minar-la-actividad-del-cuerpo-humano-y-convertirnos-en-esclavos-digitales/

lunes, 25 de julio de 2022

Mensajes Venenosos: El Gran Control Subliminal

jueves, 7 de julio de 2022

Las 4 Fases del Control Mental Global

viernes, 1 de julio de 2022

¡Onca es Real! Toda la Verad del Control Mental de STRANGER THINGS

viernes, 3 de junio de 2022

Nadie se da Cuenta: "Ellos" Roban tu Mente

martes, 17 de mayo de 2022

Proyecto Pandora: Ellos pueden Controlar tu Mente

jueves, 5 de mayo de 2022

EEUU avanza con su “Junta de Gestión de la Desinformación” para controlar Internet, un “Ministerio de la Verdad” orwelliano




El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, anunció la semana pasada que su Departamento está creando una Junta de Gestión de la Desinformación para “contrarrestar la información engañosa” sobre varios temas, lo que provocó críticas por parte de múltiples políticos y expertos.

La nueva Junta es encabezada por Nina Jankowicz, que anteriormente fue becaria de desinformación en el Wilson Center y cuyo currículum incluye haber trabajado con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania y supervisado los programas de Rusia y Bielorrusia en el grupo de presión National Democratic Institute. Además, es autora del libro ‘How To Lose the Information War: Russia, Fake News, and the Future of Conflict’ (‘Cómo perder la guerra de la información: Rusia, las noticias falsas y el futuro de los conflictos’).

Por supuesto, todo se hace revestido de buenas intenciones: “El Departamento ha creado la Junta de Gestión de la Desinformación para asegurar que este trabajo no infringe el derecho fundamental de la libertad de expresión y para proteger aún más la privacidad, los derechos civiles y las libertades civiles”, apuntó a CBS News un portavoz. “Para proporcionar esta protección, la Junta coordinará las actividades internas del Departamento relacionadas con la desinformación que supone una amenaza para la seguridad nacional”, agregó.

Sin embargo, la recién presentada Junta de Gestión de la Desinformación ha provocado un rechazo masivo. Muchos políticos y expertos han criticado la iniciativa por considerarla una represión de la libertad de expresión y la compararon con el ‘Ministerio de la Verdad’ que aparece en ‘1984’, la novela política de ficción distópica del escritor George Orwell.

La exdiputada demócrata Tulsi Gabbard afirmó que quien está detrás de la nueva Junta de Gestión de la Desinformación es el expresidente de EE.UU. Barack Obama. “Biden es solo un testaferro”, dijo el domingo en un tuit, compartiendo imágenes de un discurso que pronunció Obama el pasado 21 de abril en la Universidad de Stanford y que estuvo centrado en “la desinformación y los desafíos a la democracia en el ámbito digital”.

“Obama, 21 de abril: los censores de las redes sociales ‘no van lo suficientemente lejos’, por lo que el Gobierno tiene que intervenir para hacer el trabajo. Seis días más tarde, la Seguridad Nacional pone en marcha el ‘Ministerio de la Verdad’ (también conocido como Junta de Gestión de la Desinformación)”, escribió, pidiendo a los demócratas que se opongan a la “junta de propaganda”.

Por su parte, los republicanos del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes firmaron el pasado viernes una carta exigiendo “llevar a cabo la supervisión” de la nueva Junta y de “los continuos esfuerzos dentro de la Administración Biden para suprimir la libertad de expresión y desacreditar la crítica legítima como desinformación”.

 “El aparato de seguridad interna de EE.UU. debe servir para proteger al pueblo estadounidense de las amenazas a la patria, y no ser convertido en un arma por un presidente impopular para impulsar falsas narrativas y desacreditar el discurso legal”, agregaron.

Además, se oponen específicamente al nombramiento de Jankowicz, que promovió la narrativa de que el ordenador portátil de Hunter Biden, hijo del presidente de EE.UU., era producto de una campaña de desinformación rusa.

A su vez, el procurador general del estado de Misuri, Eric Schmitt, declaró en una carta dirigida a Mayorkas que el enfoque de la junta “orwelliana” para concentrar los recursos bajo la excusa de combatir la “información errónea/desinformación” no es más que una nueva “amenaza a la libertad de expresión”.

https://kontrainfo.com/eeuu-avanza-con-su-junta-de-gestion-de-la-desinformacion-para-controlar-internet-un-ministerio-de-la-verdad-orwelliano/?utm_source=feedly&utm_medium=rss&utm_campaign=eeuu-avanza-con-su-junta-de-gestion-de-la-desinformacion-para-controlar-internet-un-ministerio-de-la-verdad-orwelliano

jueves, 17 de febrero de 2022

El nuevo Sistema de Identidad Digital de Australia daría a los Políticos un Control Total


17 February 2022



Los políticos y las burocracias federales y estatales de Australia han revelado que están dispuestos a atacar los derechos de los ciudadanos cuando les conviene. El nuevo sistema de identidad digital de Australia daría a los políticos tiranos un control total.

El proyecto de ley para crear un sistema de identidad digital que se aplique a todo el mundo, según el gobierno federal australiano, es importante porque “la gobernanza eficaz del sistema es esencial para el funcionamiento eficaz del sistema y para infundir la confianza del público en él.”

La cuestión es que el gobierno australiano ha perdido completamente su legitimidad. En el transcurso de los dos años de la “pandemia”, los gobiernos australianos han demostrado que no se puede confiar en ellos para preservar las instituciones democráticas fundamentales, los derechos humanos básicos, en particular el derecho a la privacidad de la propia salud, o el estado de derecho independiente.

La confianza del gobierno se ha erosionado para una gran parte de la población, y de forma merecida. Los políticos y los burócratas del gobierno han demostrado sistemáticamente que no se ocupan de los intereses del pueblo. En lugar de ello, dan directivas y castigan a quienes no las siguen.

No cumplir las órdenes de inyectarse un tratamiento genético experimental significa ser expulsado de la sociedad y perder el trabajo en la mayoría de las regiones del país. ¿Qué significa “gobierno efectivo” en este contexto?

El concepto de DNI digital no es nuevo. El gobierno laborista de Bob Hawke luchó mucho por la legislación del carné de identidad en los años 80, pero no tuvo éxito. Esta vez, es más crucial oponerse a ella.

La tecnología digital puede proporcionar al gobierno un control total sobre los ciudadanos y sus acciones. En el primer caso, incluiría la asistencia sanitaria y ampliaría el uso de los ya conocidos certificados digitales Covid-19, que se exigen para acceder a la mayoría de los eventos y negocios.

La cosa no va a acabar ahí. Todas las telecomunicaciones estarán vigiladas, y se controlará el acceso a los servicios gubernamentales, a las redes sociales, a los servicios bancarios y a los viajes, gracias a la identidad digital. Por decirlo de otro modo, poder total.

El plan ya habría sido arriesgado si los gobiernos australianos y el sector público estuvieran al servicio del público la mayor parte del tiempo, cosa que no ocurre. Crear un sistema de identificación digital que pudiera ser explotado en el futuro seguiría siendo un riesgo que no merece la pena asumir.

Los argumentos del gobierno de que llevará a un “funcionamiento más eficiente” o de que le permitirá acabar con la actividad del mercado negro son, como mucho, ganancias marginales que no compensan las desventajas.

Los beneficios son mínimos y están envueltos en la habitual e inútil jerga de gestión que los gobiernos utilizan para disfrazar objetivos más siniestros. La verdad es que el DNI digital proporciona más control, algo a lo que los gobiernos no pueden resistirse.

El plan es aún más preocupante a la luz del hecho de que los políticos y las burocracias federales y estatales de Australia han demostrado sin lugar a dudas que están dispuestos a socavar los derechos de los ciudadanos cuando ello sirve a sus intereses.

La mayoría de los empleados del gobierno han seguido ciegamente directivas autoritarias, con poca empatía o flexibilidad. La gente corriente y buena ha soportado aparentemente un apartheid médico que recuerda al Tercer Reich.

Los tribunales no proporcionan ninguna protección, los medios de comunicación hacen propaganda y el mundo académico ha sido un socio voluntario de la dictadura en su mayor parte. Casi todas las instituciones democráticas del país han sufrido un daño importante.

Así que, en esa situación, ¿cuál podría ser la justificación para conceder a los gobiernos aún más influencia sobre la vida de los australianos normales? En la actualidad, la administración federal está dando un espectáculo de consulta con el público para mantener la ilusión de que todavía vivimos en un país libre.

No se debe confiar en ese procedimiento. El alcance de la oposición pública a esta legislación debe ampliarse; es fundamental para la supervivencia del país.

La prueba de que el gobierno no se preocupa por nuestros intereses está a nuestro alrededor. El derecho a la libertad de expresión está siendo suprimido implacablemente. Las personas que se manifiestan, como yo, han sido procesadas por incitación y acusadas de cometer un delito por querer reunirse con personas de ideas similares para expresar un punto de vista político.

Al entrar en una cafetería, ir al trabajo o asistir a un evento deportivo, se pide a los australianos que presenten sus “papeles”. Negarse a hacerlo puede dar lugar a cuantiosas multas. A nadie parece importarle que esto viole la Ley Federal de Privacidad, que es un delito penal. Esto implica que ya no somos una sociedad basada en la ley, y que los controles y equilibrios democráticos se han desmoronado.

Cualquiera que preste atención ha visto los posibles errores del gobierno. Esas personas deben concentrarse ahora en la ley propuesta, que, si se aprueba, tiene el potencial de conducir a crímenes aún más atroces.

He sido objeto de la ira del gobierno y ahora me enfrento a un proceso penal por defender los derechos humanos. Es casi seguro que mi teléfono y mis conversaciones son vigilados a diario, no puedo huir de ellos. Si están dispuestos a usar sus poderes contra mí, estoy seguro de que los usarán contra cualquier persona que respete la ley y pague sus impuestos.

Toda la legislación que se apruebe en Australia debe ser vigilada de cerca. Australia se está convirtiendo en un estado policial como resultado de leyes como estas. Están intentando continuamente ampliar sus capacidades para controlar todos nuestros movimientos, ¡y no se lo vamos a permitir!

Exigimos la restauración de los derechos que nos ha dado Dios. Deseamos la capacidad de tomar nuestras propias decisiones y hablar libremente sin temor a represalias. No nos rendiremos hasta que se restauren nuestros privilegios.

https://tierrapura.org/2022/02/17/el-nuevo-sistema-de-identidad-digital-de-australia-daria-a-los-politicos-un-control-total/

lunes, 7 de febrero de 2022

Ahora resulta que las Críticas al Gobierno durante la Pandemia fueron Terrorismo



Pedro Sánchez pandemia

ACTUALIZADO: 07/02/2022 10:15

En el colmo de la desvergüenza, el Gobierno se ha negado a entregar al PP las copias de los informes sobre el seguimiento que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hicieron de las redes sociales para, supuestamente, preservar a Sánchez de las críticas y desinformaciones contrarias al Gobierno durante la pandemia. 

Y la manera de justificar su rechazo a entregar dichos informes se ampara en una orden antiterrorista de 1996, equiparando así las informaciones contrarias al Gobierno con las acciones de una banda de asesinos. La comparación no es que sea odiosa, sino que es una atrocidad que revela hasta qué punto este Ejecutivo establece una obscena e ignominiosa equivalencia entre la libertad de expresión y la práctica de la violencia.

El Gobierno ha respondido al Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados en un documento al que ha tenido acceso OKDIARIO que la información que había solicitado se encuentra dentro de las materias clasificadas como «secreto» en el Acuerdo de Consejo de Ministros de 16 de febrero de 1996, donde se clasifican expresamente como reservados los procedimientos, medios y técnicas operativas utilizadas en materia antiterrorista por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y en el Acuerdo del Consejo de Ministros de 6 de junio de 2014, por el que se clasifican como secreto la estructura, organización, medios y técnicas operativas utilizados en la lucha contra la delincuencia organizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Todos estos documentos forman parte de la supuesta lucha contra la desinformación del Gobierno de Sánchez cuyo verdadero objetivo era, según reconoció en abril de 2020 el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, «minimizar todo ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno». Sánchez no quiere enseñar los documentos e informes para que no se conozcan los entresijos de la tropelía que supuso obligar a la Guardia Civil a seguir el rastro de quienes alzaron su voz contra el Ejecutivo. Y, encima, a los que criticaron al Gobierno los compara con terroristas.

https://okdiario.com/opinion/ahora-resulta-que-criticas-gobierno-durante-pandemia-fueron-terrorismo-8529676


Sánchez Usa una Orden Antiterrorista para Ocultar Informes de las Críticas a su Gestión de la Pandemia

El número 2 de la Guardia Civil dice que tienen como meta «minimizar el clima contrario al Gobierno» en la red

Pedro Sánchez pandemia
PAULA BAENA
07/02/2022 06:48
ACTUALIZADO: 07/02/2022 10:07

El Gobierno de Pedro Sánchez se ha negado a entregar al PP, amparándose en una orden antiterrorista de 1996, copias de las notas e informes sobre la monitorización de las redes y desinformaciones contrarias al Gobierno que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reconoció haber realizado dentro de lo que llamó «vigilancia virtual» durante el confinamiento de toda España por la pandemia.

El Gobierno ha respondido al Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados en un documento al que ha tenido acceso OKDIARIO que la información que había solicitado se encuentra dentro de las materias clasificadas como «secreto» en el Acuerdo de Consejo de Ministros, de 16 de febrero de 1996, donde se clasifican expresamente como secretos los procedimientos, medios y técnicas operativas utilizadas en materia antiterrorista por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y en el Acuerdo del Consejo de Ministros de 6 de junio de 2014, por el que se clasifican como secreto la estructura, organización, medios y técnicas operativas utilizados en la lucha contra la delincuencia organizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El Consejo de Gobierno de entonces determinó que «aunque estén incluidos, con carácter general, en este apartado los procedimientos y medios empleados en la lucha antiterrorista por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con el fin de garantizar al máximo la seguridad de cuanto se refiere a esta cuestión, se hace necesario clasificar expresamente como secretos los procedimientos, medios y técnicas operativas utilizadas en materia antiterrorista por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

Una orden que ahora el Gobierno de Sánchez ha utilizado para no informar de la «vigilancia virtual» realizada durante la pandemia y que estaba centrada realmente en minimizar las críticas al Ejecutivo sobre la gestión de la pandemia.

En concreto, el Partido Popular pidió copia de 537 informes sobre desinformación, 264 eventos de desinformación, 1.1194 comunicaciones sobre desinformación y 209 notas de desinformación.

Todos estos documentos forman parte de la supuesta lucha contra la desinformación del Gobierno de Sánchez cuyo verdadero objetivo era, según reconoció en abril de 2020 el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, «minimizar todo ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno».

Santiago explicó que la labor de defensa del Ejecutivo era una de las dos líneas de trabajo de la Jefatura de Información de la Guardia Civil. La otra línea, dijo el coronel, era «evitar el estrés social que persiguen todos estos bulos».

Unas declaraciones que produjeron una gran polémica y que posteriormente trató de matizar. “En mis 40 años de profesión, en la lucha contra ETA, en la academia, en las misiones en el extranjero, y en la lucha contra esta pandemia, si algo he aprendido es que lo primero son las personas, no hay ideologías”, señaló días después.

Con todo, OKDIARIO tuvo acceso a un mail interno remitido a todas las comandancias de la Benemérita en el que se solicitaba a los responsables de la Guardia Civil la “identificación, estudio y seguimiento de […] campañas de desinformación», así como «bulos y fake news susceptibles de generación de estrés social y desafección a instituciones del Gobierno”.

El mensaje a las comandancias advertía que se tenía prevista “la elaboración de un informe monográfico sobre las actuaciones de ciberseguridad de la Guardia Civil vinculadas al Covid-19 […] con la finalidad de ser tratado en próximas reuniones con el titular del departamento ministerial”.

La instrucción fue preparada y remitida a las comandancias el 15 de abril de 2020 y fue reproducida hasta el día 16 de ese mismo mes. Es decir, que en el momento en el que el general José Manuel Santiago afirmó que tenían el encargo de luchar contra los bulos, para “minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno”, ya se había dado la orden al Cuerpo de la Guardia Civil.

https://okdiario.com/espana/sanchez-usa-orden-antiterrorista-ocultar-informes-criticas-gestion-pandemia-8526724

domingo, 23 de enero de 2022

¿ Porqué me Opongo al Pasaporte Covid ?

lunes, 29 de noviembre de 2021

Se avecinan tiempos oscuros”: los verificadores de hechos y el nuevo monopolio de la “verdad” en la era Covid

“Se avecinan tiempos oscuros”: los verificadores de hechos y el nuevo monopolio de la “verdad” en la era Covid, según reconocido médicoActúan guiados por fuertes creencias y utilizan la fuerza bruta de la plataforma para censurar. 

El poder cultural está en manos de una minoría y es una amenaza para la verdadera ciencia, afirmó el doctor Vinay Prasad en una entrevista con La Prensa. “Es una época peligrosa. Si esto continúa, se avecinan tiempos oscuros”, advirtió.

29 November 2021


Por Agustina Sucri – La Prensa

Uno de los tantos extraños fenómenos que se profundizaron más que nunca durante la denominada pandemia es el de que existan mentiras aceptadas y verdades suprimidas. Para esto, una legión de autodenominados “verificadores de hechos”, también conocidos como fact checkers, se convirtieron en los árbitros de la información. 

Ellos pretenden determinar qué es lo que se puede y lo que no se puede decir. No importa que en este último grupo haya verdades incómodas y deducciones lógicas. A todas le estamparán el sello de fake news o “bulos” con la intención de impedir cualquier debate o cuestionamiento.

Este mecanismo para consolidar una única versión de los hechos fue recientemente examinado por el doctor Vinay Prasad, un hematólogo-oncólogo y profesor asociado del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), en un reciente artículo titulado “¿Para quién trabajan realmente los ‘Fact Checkers’ del covid?” publicado en su blog.

En el texto, el académico pone dos claros y alevosos ejemplos de cómo se aceptan mentiras y se pretende dar respuestas categóricas ante cuestiones que, según él, son grises para la ciencia. El primero tiene por protagonista a la directora de los Centros para el control y prevención de enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la doctora Rochelle Walensky, quien en un tuit aseguró que los barbijos reducen un 80% el riesgo de contagiarse covid.

Prasad en su artículo reprocha: “La idea de que los barbijos podrían reducir la posibilidad de infección en un 80% es sencillamente falsa, inverosímil y no puede apoyarse en ningún dato fiable. Sin embargo, por lo que veo, ninguna organización ni Twitter ha comprobado los hechos de este tweet ni lo ha calificado de engañoso. Es una falsedad que se nos permite decir”.

“Esto es lo que me sorprende: Vivimos en un mundo en la que la directora de los CDC puede decir algo que es falso, inventado, y ninguna institución dirá lo contrario. Al mismo tiempo, importantes y venerables instituciones de comprobación de hechos están literalmente dando por cierto algo que, en el mejor de los casos, no está probado”, agrega al referirse a una publicación de AP Fact Check en la que afirman que es falso que aquellos que han contraído covid-19 poseen una inmunidad duradera frente a la enfermedad y por ende no requieren inocularse.

“No importa lo que uno piense sobre estos temas; es una época peligrosa. Si esto continúa, se avecinan tiempos oscuros”, vaticina Prasad, quien también dirige el laboratorio VKPrasad en la UCSF, que estudia medicamentos contra el cáncer, política sanitaria, ensayos clínicos y cómo mejorar la toma de decisiones. En una entrevista con La Prensa, Prasad reconoce la existencia de una agenda de manipulación y carga contra la censura ejercida por los verificadores de hechos.

– Teniendo en cuenta la cantidad de afirmaciones falsas que han realizado las agencias de salud pública, los médicos, los periodistas de los principales medios de comunicación, contribuyendo al miedo, los mandatos de quedarse en casa, las cuarentenas, el uso de barbijos, los pasaportes sanitarios… ¿Es una pandemia de manipulación de la información?

– Aunque es una verdadera emergencia sanitaria, también hay un montón de información que es incorrecta. Alguna de esa información puede ser producto de buenas intenciones, personas que hacen lo mejor que pueden, pero aun así se equivocan. Pero además alguna información incorrecta puede surgir a partir de una agenda de manipulación. 

Y creo que será importante tratar de separar estas dos. No creo que simplemente se trate de la cobertura por parte de los medios, hay una verdadera pandemia ocurriendo, pero creo que algunos mensajes de los medios son equivocados sin intención y algunos son intencionadamente equivocados.

– ¿No nos han tomado el pelo de alguna manera?

– En los temas más amplios, no. Pero en algunas cuestiones pequeñas, sí, las personas han sido inducidas al error o engañadas.

– ¿Por qué se creó rápidamente un ejército de verificadores de hechos? ¿Y cómo es posible que estos verificadores lo único que no verifican es la historia oficial?

– Supongo que la mayoría de las afirmaciones que se han realizado durante la pandemia no se ha sometido a ninguna verificación de hechos, por nadie. La verificación de hechos es un subconjunto muy pequeño dentro del universo de afirmaciones. La comprobación de hechos se utiliza para censurar algunos contenidos. 

Creo que, en ese sentido, la intención es probablemente equivocada: no puede separar legítimamente la verdad de la ficción en toda la información, sino que elige un pequeño subconjunto de cosas y censura esas cosas, a menudo por verificadores de hechos que tienen fuertes creencias ellos mismos. Así que yo diría que la verificación de hechos ha sido relativamente engañosa a lo largo de la pandemia.

– ¿Sabe si alguien ha denunciado a los verificadores de hechos o si piensan hacerlo?

– Todos son libres de verificar los datos, el problema es ¿revisas los hechos y luego también censuras para silenciar las voces de los demás? Esa es la pregunta. Si a uno no le gusta algo que lee, puede escribir su propio artículo y decir estoy en desacuerdo. Esa es la forma de verificar los hechos. Pero el uso de la fuerza bruta de la plataforma para censurar, sí me preocupa.

– ¿Qué opina del hecho de que muchos científicos de prestigio, incluidos premios Nobel, hayan sido desacreditados por estos dispositivos de “verificación de la información”?

– El hecho de que sean ganadores de un premio Nobel no significa que todo lo que digan es correcto y no siempre estoy de acuerdo con todo lo que dicen. Pero creo que usar los verificadores de datos para silenciar su discurso, es problemático. Si uno quiere estar en desacuerdo con ellos, se debe demostrar por qué y cómo están equivocados, y no utilizar el poder de las redes sociales para literalmente eliminar sus contenidos. Encuentro problemático que muchas cosas, que creo que son más grises, se han eliminado cuando en realidad se debe hablar al respecto.

– Hubo científicos de prestigio, que no han ganado el Nobel, como el profesor Martin Kuldorff que también han sido censurados…

– No estoy de acuerdo con que se les haya censurado, pero añadiré que tampoco estoy de acuerdo con que se haya censurado a la gente promedio. Por ejemplo, Facebook, durante muchos meses dispuso que nadie podía hablar sobre la posibilidad de que el virus del covid se hubiera fugado de un laboratorio, sin importar si la persona era profesor o conductor de autobús. Eso es problemático. Facebook se equivocó en censurar eso. Sería un error creer que la censura es un problema solo por el hecho de que un académico fue censurado, la censura es un problema porque esa no es la manera de lidiar con las ideas con las que uno está en desacuerdo, sin importar quién las diga.

– Usted ha notado en su reciente artículo dos claras mentiras que no fueron “verificadas” por nadie: una de la directora de los CDC y otra de AP Fact Check. ¿Qué otras grandes mentiras ha oído o leído en relación con esta pandemia?

– La mayor mentira ha sido exagerar el riesgo para los niños y cerrar las escuelas por tanto tiempo. Hay una gran cantidad de información engañosa que se utilizó para impulsar esa política. En Estados Unidos, en algunos lugares, las escuelas estuvieron cerradas por más de un año. Esto tendrá serias consecuencias a largo plazo y creo que la mayoría de los razonamientos eran errados.

Respecto del ejemplo específico que di de la directora de los CDC diciendo que los barbijos reducen el riesgo de contraer el virus en un 80%, eso es claramente incorrecto. Podemos debatir cuál es el número, pero nadie dice que es un 80%. Eso es ridículamente alto. Por lo tanto, es absurdo que la directora de los CDC dijera eso. Y no fui el único que lo ha dicho, también lo han comentado los expertos de los CDC europeos.

– ¿Por qué son tan peligrosas estas mentiras, aceptadas como verdades, incluso cuando la ciencia y los datos demuestran lo contrario?

– Quiero ser claro con que no la censuraría a ella tampoco, solo porque estoy en desacuerdo. Ella es libre de decir que es un 80% la reducción del riesgo, solo desearía que los medios hubieran dicho que la directora de los CDC estaba diciendo una mentira… creo que sería una gran noticia, pero no vi eso como titular. 

No digo que no puede decirlo, puede hacerlo y de hecho es revelador: si ella cree que ese es el tamaño del efecto de los barbijos, es un gran golpe a su credibilidad como directora de los CDC. En mi opinión, el fracaso es por qué esto no es título de tapa en el New York Times diciendo “La directora de los CDC no sabe cuán efectivos son los barbijos”.

En cuanto a AP, están presentando acríticamente una narrativa en la que hay mucha más incertidumbre. Yo no creo saber la respuesta correcta respecto de esa pregunta, pero creo que lo que ellos han concluido como un hecho, en realidad es bastante gris. Y eso también es problemático porque le están prestando su imprimátur a una información muy incierta. Tal vez sea involuntario lo que están haciendo, pero es peligroso sobrevender algo cuando hay incertidumbre.

– También ha advertido que la verdad y la falsedad no son una cuestión de ciencia sino del poder cultural, que otorga la capacidad de proclamar y definir la verdad. ¿Quién cree que define ahora la verdad?

– Creo que hay una verdad. El mundo opera de un modo verdadero y la ciencia nos acerca a esa verdad. Pero hay un poder cultural fuerte en este momento y ese poder cultural está en manos de una minoría de personas que tienen una visión muy fuerte. Esa es la visión y el poder que comúnmente se expresa en Twitter, Facebook, y en redes sociales.

 Es un punto de vista centrado en Estados Unidos, no es un punto de vista global, que tiene ciertas preferencias por cuestiones culturales y ciertas preferencias de políticas respecto del covid. Ese poder también es compartido por muchos de los empleados de estas empresas y se está manejando con una fuerza temeraria. Se utiliza para detener ciertos debates y la libre interrogación. Es una amenaza para la verdadera ciencia.

– Lo que ocurre en Estados Unidos se repite en muchos otros países, aplicando las mismas políticas, sin importar cuál sea el contexto.

– Sí, el poder cultural de Estados Unidos se extiende por todo el mundo debido a su plataforma tecnológica.

– Hay varias teorías en torno al actual escenario de la pandemia, muchas de ellas calificadas como “teorías de la conspiración”. Por ejemplo, la intención de reducir la población mundial. ¿Cuál es su análisis de estas teorías?

– Yo también veo a la mayoría de esas teorías como teorías conspirativas, no creo que la pandemia fue intencionada para reducir la población mundial.

– Hay muchas otras teorías y también algunas realidades, como el bloqueo del acceso a los tratamientos tempranos. ¿Hasta qué punto eso no fue intencionado?

– No creo que nadie haya bloqueado el tratamiento temprano. Pienso que la mayoría de los errores de la pandemia fueron errores por incompetencia, arrogancia, tribalismo… no creo que hayan sido errores intencionales. 

Las personas solo estuvieron equivocadas o fueron incompetentes. El problema con algunas de estas teorías conspirativas es que infieren demasiado. Hay un viejo dicho que dice: ‘Nunca atribuyas a la maldad aquello que la incompetencia puede explicar’. De modo que la incompetencia es una respuesta suficiente.

Algunas de estas teorías conspirativas requerirían de una coordinación espectacular que las personas no son capaces de lograr. No creo que hubiera ningún fármaco que fuera realmente eficaz y, en líneas generales, creo que no hay fármacos que sean tan eficaces contra los virus, hay 100 años de ciencia para mostrar eso. No creo que haya existido una píldora mágica que fue retenida. Sino que el problema más probable -y de hecho más atemorizante- es que hubo montones de errores que ocurrieron porque fueron ignorantes y eso también es muy preocupante.

– Al principio puede haberse tratado de ignorancia, pero ahora ya contamos con montones de información y aún se están cometiendo errores en todo el mundo…

– Coincido en que aún están cometiendo errores y creo que algunos todavía se deben a la ignorancia. A algunas personas uno les muestra la evidencia y, aun así, no la procesan. Otra razón es el anclaje, un fenómeno por el cual uno ya ha comenzado a hacer algo y no importa lo que suceda, se mantendrá anclado a lo que ya se hizo. 

Y el tercer problema es el oportunismo: ahora las personas ven una oportunidad política. El poder político depende de la interpretación de la política de covid-19 y, por lo tanto, la oportunidad política es el motivo perverso. No creo que haya una gran conspiración ni intencionalidad, creo que estas sencillas cuestiones son el problema. Pero siempre han sido el problema en la sociedad humana por miles de años: la ignorancia, el oportunismo y el anclaje.

– ¿Cuál es su mensaje a las personas que no son científicas y que quizás no están acostumbradas a interpretar toda esta información que recibimos a diario?

– Es una gran pregunta. Hay muchas cosas que hay que saber sobre el virus, con todas las cuestiones que surgen cada día. Pero es demasiado difícil para las personas promedio saber todo sobre todas las cuestiones. 

Entonces debemos pensar sobre cómo podemos tener un sistema en el que tengamos una discusión libre y honesta en tiempos de crisis. El sistema actual no es suficientemente bueno. Es inadecuado. Hay demasiada censura, poder cultural, e información engañosa, como usted resaltó. Tenemos que pensar en un sistema justo. 

¿Qué debería tener?

 Debates públicos en tiempos de crisis. Y los participantes del debate no deben ser los debatientes más débiles, sino los más fuertes. En Estados Unidos siempre toman a los jugadores de fútbol o de básquetbol y les preguntan qué piensan de la inoculación. 

No les pregunten a los jugadores de fútbol, busquen a personas muy inteligentes con diferentes puntos de vista y hagan que ellos discutan. Por qué tenemos que escuchar a personas opinar de cuestiones que no son su trabajo. Eso es engañoso. Nosotros, como público, debemos demandar que no sólo se haga una cobertura noticiosa de un solo punto de vista, sino que haya debate en los periódicos, cualquiera sea la política sanitaria adoptada.

– ¿Cree que es posible volver a la vida tal y como la conocíamos antes de la actual situación?

– Hay algunas personas que quieren que sea lento, que quieren continuar con las restricciones, pero somos seres humanos y siempre buscaremos las mismas cosas que hemos buscado por miles de años: compañerismo, cercanía, presencia física, grandes encuentros, diálogos, interacciones interpersonales, mirar a alguien a la cara y ver su cara completa para ver cómo nos responde… estas son verdades humanas eternas y volverán, probablemente antes de lo que esperamos.

https://tierrapura.org/2021/11/29/se-avecinan-tiempos-oscuros-los-verificadores-de-hechos-y-el-nuevo-monopolio-de-la-verdad-en-la-era-covid-segun-reconocido-medico/

lunes, 22 de noviembre de 2021

Escritor famoso cree que la Inteligencia Artificial "Hackeará" a la gente


Yuval Harari, filósofo social de renombre internacional y autor de éxito de ventas de Sapiens: Una breve historia de la humanidad, advierte que la humanidad debe ocuparse del control adecuado de la IA o las grandes empresas podrán "hackear" a las personas.

Según Harari, el rápido desarrollo de la IA puede formar una población de terrícolas "pirateados", o aquellos sobre los que las corporaciones saben todo y manipulan su voluntad.

La raíz del problema es la proliferación de corporaciones tecnológicas, cuyas empresas acumulan enormes cantidades de datos sobre sus usuarios.

A Harari le preocupa que los ciudadanos proporcionen cada vez más información sobre su vida personal a las empresas y no se preocupen por sus propios intereses.

"Netflix indica qué mirar, Amazon qué comprar", dijo el escritor en una entrevista. “Mire, después de un par de décadas, estos programas nos mostrarán qué aprender en las escuelas y universidades, con quién trabajar, con quién casarnos y con quién votar en las elecciones”.

Harari insta a que se tomen en serio las amenazas de AI, que se adopten restricciones estrictas en este asunto y que la información no se utilice para manipular a la sociedad.

Además, una matriz de datos no se puede almacenar en un solo repositorio. Según Harari, esto conducirá a una dictadura

Extranotix

domingo, 21 de noviembre de 2021

Metaverso, el ‘opio virtual’ que amenaza a la humanidad

Bienvenidos al metaverso, ecosistema donde dios es un empresario de izquierda posmoderna, sentado en un cofre con 73200 millones de dólares

21 November 2021


Fuente: Raul Tortolero – Panam Post

Mark Zuckerberg hace movimientos con la mano, en el aire, y así escoge la ropa que está usando su avatar, una suerte de caricatura de sí mismo, que entra luego a una oficina en la que sus compañeros de trabajo lo esperan. Son de razas diversas, e incluso un gran robot con gorra, alguno de ellos flota dando vueltas en el aire.

La presentación del metaverso hecha por el propietario de Facebook, que ahora llama Meta, es todo un manifiesto de ideología progresista, representa una fuerte imposición de valores, en donde la convivencia no sólo es multicultural, transgénero o acaso transexual, sino incluso transespecie o transhumana.

Los avatares son la representación digital de las identidades líquidas posmodernas, algo que no imaginó siquiera el filósofo Zygmunt Bauman, pero tan serios como para usarlos en el trabajo sin que nadie pueda criticarlos.

Porque llegará el momento en que, como ahora sucede en Canadá, hay peligro de prisión si los padres no admiten que la identidad de su hijo es transexual, según no su opinión, sino la de alguna ideologizada autoridad escolar.

Recordemos que un avatar, en su acepción original, dentro del hinduismo, es nada menos que un dios en alguna de sus encarnaciones terrestres. Tal es la genealogía de la palabra, que hoy describe una identidad creada ex profeso para proyectar nuestras fantasías ególatras y narcisistas, y ocultar nuestros traumas y defectos.

El anuncio del metaverso no va “en frío”, sino respaldado por una inversión de Zuckerberg por 18500 millones de dólares en investigación y desarrollo, mucho de lo cual ha sido destinado para realidad virtual y realidad aumentada, en el centro de Facebook Reality Labs.

Si a esto apostó todo Zuckerberg, seguro lo hace para ganar mucho dinero. Claro. Pero no sólo eso. ¿Para qué nos quiere meter en su metaverso este tío? ¿Por qué es tan importante gastar tantos millones de dólares en tal proyecto?

El metaverso es el opio virtual del pueblo. Y de facto ha de funcionar como una droga muy adictiva. Ya era difícil alejar a los teenagers de ser gamers o de estar todo el día inmersos en sus redes sociales, y ahora viene este gran remate. Es la zombificación de la conciencia. Y quien se aleje luego de haber sido adicto, sufrirá un síndrome de abstinencia nada virtual.

Un invento de Mark Zuckerberg, todo un concepto de “realidad virtual” o “virtualidad”, presentado en una conferencia de Facebook Connect hace unas semanas, el 28 de octubre. Tan importante es, que el multimillonario progresista incluso estuvo dispuesto a dejar atrás su marca de cabecera, Facebook, para echar toda la carne al asador con su novedoso y radical proyecto.

De esa envergadura es Meta, un universo virtual al que se podrá acceder para convivir con otras personas en tiempo real, o más exactamente, con sus avatares. Quienes entren en este “metaverso” podrían hablar, jugar juegos, trabajar, hacer deporte, viajar, y obvio es decirlo, tener encuentros eróticos. Pero el “sexo virtual” merece un capítulo especial aparte (revisen en tanto “Striking Vipers”, de Black Mirror).

El 25 de noviembre 2016 las acciones de Facebook en el índice Nasdaq se situaban en sólo 120,38 dólares, creciendo hasta 207,32 dólares hacia el 13 de julio de 2018. Pero luego hubo un desplome hasta registrarse en 124,95 dólares el 21 de diciembre de 2018, tras la comparecencia de Zuckerberg en el Congreso y el tema de las filtraciones de datos a Cambridge Analytica. Sin embargo, el 10 de septiembre de 2021 Facebook alcanzó su mejor puntaje histórico en menos cinco años, cotizando en 378,69 dólares.

Hoy, 20 de noviembre de 2021, ya como “Meta Platforms” se coloca en 345,30 dólares, con estabilidad, luego del anuncio de renombrar a Facebook como Meta.
Los avatares y la ideología de género

El metaverso es el sueño de todo progresista, donde el marxismo posmoderno se “coagula” (Baphomet dixit), se hace realidad, así sea virtual. ¿Por qué? Porque cada usuario podrá crear el avatar a su gusto, el que prefiera, y darse a conocer por los demás únicamente a través de esa personalidad alterna, erigida en un muro para ocultar el humano que uno realmente es.

Si una persona realiza la mayor parte de sus actividades dentro del metaverso, su vida psicológica se desarrollará más tiempo en su avatar que como el humano que se supone es. O era.

El avatar puede ser hombre, mujer, de cualquier edad, raza, peso, estatura, o ser animal, insecto, robot o quimera, unicornio, ángel o demonio. Y los amantes de la teoría Queer se pueden dar vuelo en presentarse con uno de los más de 100 géneros que han inventado para su propio consumo y de paso exigir a los demás que acepten lo que ellos presenten como legítimo.

¿Género no binario? ¿Género fluido? ¿Identidad fluida? No hay problema: el avatar puede ser distinto cada día y aun así representar a la misma persona, cuyos defectos, dicho sea de paso, no serán dados a conocer. Y cuyas imperfecciones físicas, enfermedades, o problemas de la vida real, serán parte de una vida oculta, que a nadie le importará. Ha sido creado un universo virtual en el que nunca conoceremos la realidad profunda del otro, sino sólo un producto de su imaginación, el avatar.

Por delirante que hoy nos parezca, en su momento se podrá obligar al Estado a expedir a los avatares actas de nacimiento, o bien, credenciales de identificación personal, o de ciudadanía, que les brinden toda legitimidad y personalidad jurídica.

No hay límites en la personalidad que uno asume en el avatar del metaverso: “Soy el que yo mismo percibo que soy”, ya que la identidad es una simple construcción social, siguiendo la ideología de género. Por tanto, en el avatar es donde yo expreso quien realmente soy, los demás deben aceptarme tal cual, y el Estado otorgarme documentos legítimos de identidad.

Hoy en día 2740 millones de personas en todo el mundo tienen una cuenta de Facebook. Como previsiblemente también se contarán por miles de millones los usuarios del metaverso, y como será empleado para trabajar, en algún momento el Estado se verá compelido u orillado, no a gobernar, no a regir, lo que ahí dentro suceda, sino a simplemente validar lo necesario, a dar fe.

Por ejemplo, un médico que opere a través de esa plataforma a una persona en un país muy distante. El paciente necesitará que el Estado le brinde ciertas garantías. Acuerdos a los que se llegue en empresas durante reuniones virtuales, proyectos que sean ahí presentados, necesitarán en algún punto el aval del Estado.

Si algo fallara en una cirugía ensayada dentro del metaverso, ¿a quién se denunciaría? ¿al médico con su nombre y apellido? Tal vez para evitar problemas opere con un avatar, que no es él, pero… sí es él. Lo que sucede en el mundo virtual no sucede del mismo modo en la realidad que decimos compartir socialmente.
La deconstrucción del Estado-Nación

La realidad virtual del metaverso hará ver al Estado como una estructura, un oxidado y añoso armatoste, que ha perdido por mucho su posición de vanguardia social, y ahora es sólo el abuelo en silla de ruedas que mira a los niños jugar, con una supervisión cansada, lenta, y que no entiende bien qué es lo que está sucediendo.

Esto será una consecuencia de que las reglas dentro del metaverso no las determina el Estado, sino un muy poderoso conglomerado empresarial.

Ya desde hace meses hemos escrito de qué manera las compañías del Big Tech, pero señaladamente Facebook y en menor forma Twitter, han “privatizado” por ejemplo la libertad de expresión, y cómo sus “normas comunitarias” han ido reemplazando los derechos humanos, su carácter universal, así como las libertades, en tanto bienes públicos, degradándolas en sujetos de reglamentos empresariales.

Es la crisis del Estado-Nación y la hegemonía del Big Tech, de las empresas transnacionales que están por encima de leyes nacionales, y cuyos deseos son obedecidos por presidentes títeres y cómplices, que si se oponen, son enviados al “limbo” digital, castigo serio en un mundo donde las redes sociales reinan y son la principal influencia para conseguir votos, casi a la par del asistencialismo.

Leprosos de la sociedad del conocimiento
El mejor ejemplo ha sido el “destierro” digital del entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a quien los millonarios del Silicon Valley no sólo le suspendieron todas sus cuentas, sino que se las cancelaron.

Esto es una seria advertencia de lo que podremos vivir cuando el metaverso sea el espacio indispensable para convivir y trabajar, y el Estado se vea forzado a cobijar jurídicamente una realidad que no puede evitar.

Los “cancelados” de una virtualidad “tan real” como la del metaverso, tan intensa y socialmente influyente, serán los leprosos de la sociedad del conocimiento, los apestados de la realidad en la que todos desean estar y seguir sumergidos.

Ahora bien, para entrar en el metaverso se necesitan unos lentes especiales, y eso representa un gasto. No todo el mundo tiene internet, ni luz eléctrica siquiera en algunas zonas aún.

La necesidad de estar en el metaverso generará desigualdad social, ya que aquí la capacidad de ser competitivos en cualquier área (trabajo, deporte, entretenimiento, ligues) no se basa en el ser, sino en el poseer.

Los más pobres se verán rezagados y serán vistos como pertenecientes a la prehistoria, a las cavernas, mientras que los más acaudalados podrán contar con las tecnologías más innovadoras que serán usadas para empoderamientos políticos y sociales.

Ahora que Trump finalmente se había decidido a lanzar Truth Social, una plataforma nueva generada por sus empresas, con el fin de contrarrestar a Twitter y Facebook, y para ofrecer un espacio sin censura por ideas políticas de derecha, será necesario que sus desarrolladores avancen mucho más y se dispongan a crear también una competencia razonable para Meta. Lo mismo para GETTR, tendrán que caminar más lejos si desean ofrecer una virtualidad útil también.
Un universo virtual totalitario

Zuckerberg cuenta con un plan estratégico que no es ningún juego ni puede tomarse a la ligera. No sólo ya era demasiado influyente con Facebook, con la data que acopia todos nuestros datos personales, y con la interacción de todas sus redes (Facebook, Instagram, WhatsSpp, Messenger), y ahora con el metaverso, sino que además cuenta con una moneda propia, el diem, que está respaldada en la interactividad económica de particulares, no en el “tesoro” del Estado nacional, ni en el banco central, lo cual abona a poner en jaque al Estado.

Estos punks de Silicon Valley son cosa seria: construyen nuestro futuro, sin invitarnos a participar, a votar por él. Crean redes sin tomar en cuenta a los usuarios, pero vivimos encadenados a su social media. Crean un mundo virtual cuyo uso pronto será obligatorio para todo el que no desee quedar fuera del mercado, se dedique a lo que se dedique. Y crean una criptomoneda, una stablecoin, que todos habremos de acabar usando.

Habrá quienes hoy extrañen a Theodore Kaczynski, el Unabomber, pero no por sus atentados, sino por su manifiesto antitecnología: “La sociedad industrial y su futuro”, en el que advierte que nadie controla el rumbo final de los avances de la ciencia, que nos deshumanizan, son causa de sufrimiento, y que la sociedad tecnoindustrial no puede ser reformada.

Bienvenidos al metaverso, ecosistema donde dios es un empresario de izquierda posmoderna, sentado en un cofre con 73200 millones de dólares, su fortuna personal.

https://tierrapura.org/2021/11/21/metaverso-el-opio-virtual-que-amenaza-a-la-humanidad/