También intervino el autor y podcaster católico estadounidense Dr. Taylor Marshall, que publicó una foto de una de las estatuas y dio a entender que era una afrenta directa a Dios.
No es la primera vez que estatuas de naturaleza “demoníaca” o percibida como tal causan indignación en Estados Unidos.

De hecho, a finales del año pasado se erigió otra estatua también en la ciudad de Nueva York, esta vez frente a la sede de las Naciones Unidas, que recordó a muchos a la “Bestia del Apocalipsis” descrita en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Aún más chocante fue en 2018, cuando los cristianos de Little Rock, Arkansas, protestaron después de que se colocara un monumento “gigante” de Baphomet, la criatura mitad hombre y mitad cabra que representa al diablo, frente al edificio del capitolio estatal.